CARTAS DE DAKARI
Cartas desde la cárcel a Tanafriti
que narran la revelación del Dios único, Dios de todos los hombres
Oscar
Ernesto Hernández López. 2009
Primera carta
Yo Dakarai[1],
te saludo Tanafriti[2] a
través de quién me ha permitido establecer contacto contigo, al tiempo que
bendigo los malos tratos que he tenido que soportar desde el momento en que fui
injustamente encarcelado, porque he tenido que padecer esto para que pudiera,
dentro de esta misma celda, encontrar a quien me ha abierto los ojos y ver con
mucha claridad la pequeñez de mi naturaleza al lado del Dios único y que me ha
sido revelado por boca de mi compañero de penurias.
Sabes bien,
querida Tanafriti, que siempre he sido un obstinado buscador de las verdades
que desentrañen los misterios de nuestra existencia, por eso siempre he sido un
estudioso crítico de nuestro pasado histórico y he buscado explicaciones a lo
sucedido y a las causas que las han provocado, desde la existencia misma de
nuestro ser en este mundo, así como el destino que se nos tiene reservado.
Nosotros los egipcios somos un
pueblo de enorme riqueza cultural e histórica, mientras la mayoría de los
pueblos aún eran nómadas y estaban formados por unas cuantas familias, nosotros
éramos ya un gran imperio que no sólo dominaba en la rivera del Nilo sino que
extendía sus dominios más allá de los desiertos y su organización
político-militar superaba a la del actual imperio romano.
Indignado por la situación a la
que me encuentro sometido, maldecía y juraba vengarme por cada una de las
ofensas recibidas, quería que mis compañeros de celda se sumaran a mis deseos
de revancha y deseaba que juntos planeáramos la manera de hacerles pagar cada
una de esas humillaciones, pero grande fue mi sorpresa cuando uno de mis
compañeros, sentado en un rincón me dijo: “Dakarai, Bienaventurados los que
tienen hambre y sed de la justicia porque ellos serán saciados” y continuó
diciéndome, esto lo dijo Jesús el Cristo que siendo el hijo de Dios padeció
toda clase de injurias, ofensas y malos tratos al grado de haber dado la vida
por nosotros, pero resucitó al tercer día y hoy reina con el padre con toda su
gloria y es misión de quienes hemos decidido seguir sus enseñanzas dar a
conocer su palabra a todo hombre sobre la tierra”
Me quedé inmóvil, mudo, como
paralizado por un rayo, ¿Quién es ese Jesús el Cristo que dices es hijo de
Dios? - Le pregunté en cuanto pude articular palabra- ¿Cómo siendo hijo de
Dios, padeció y murió?, los dioses no mueren, le repliqué yo, ¿por qué te
burlas de mi situación y quieres confundirme? ¿A caso crees que soy idiota? Él
con toda calma me dijo: “ven, siéntate junto a mí, voy a contarte la historia
de la salvación del mundo, tenemos mucho tiempo para platicar” Solté los
barrotes de la reja que sujetaba para descargar mi coraje y fui a sentarme
junto a ese hombre del que emanaba un cierto destello de paz.
Dakarai, me dijo, - eres egipcio, ¿verdad?
-Sí, le contesté, nací en un
pueblo en el delta del Nilo y crecí en Alejandría en donde viví antes de venir
a Roma.
-Bien, la historia que voy a
contarte tal vez no sea de tu agrado porque es en tu tierra en donde se
desarrolla mucho de lo que contienen nuestros libros sagrados, el pueblo
egipcio, mejor dicho, el poder político de tu pueblo fue castigado por Yhavé
cuando Israel estuvo sometido a él como súbdito y luego fue liberado.
-Hemos tenido toda clase de
gobernantes, y un pueblo no merece cargar con las culpas de quienes deciden y
conducen sus destinos, además, tantos siglos compartimos nuestras historias que
mucho tenemos en común, cuéntame porque yo conozco nuestra historia y tal vez
aclare muchas de las dudas que aún me quedan.
- Lo que ha sucedido tenía que ser
así porque era preciso que se dieran los tiempos y las circunstancias para la
redención de los hombres mediante el sacrificio de Cristo.
La historia de la salvación del
mundo querida Tanafriti, es muy larga, por ahora voy a enfocarme a la etapa en
la que el pueblo de Israel estuvo y salió de Egipto porque es en esta parte en
la que encuentro elementos que explican lo que hasta ahora ha permanecido
oscuro por más que hemos buscado respuestas, después te contaré cómo es que
Yahvé Dios de los Israelitas es el Dios de todos los seres humanos, la historia
que me ha sido revelada la colocaré sobre la historia de nuestro pueblo a fin
de que entendamos mejor lo que me ha sido revelado.
En los tiempos del faraón que por
los datos que me han sido referidos debió
ser Amenofis I cuando Egipto realizaba campañas en el extranjero con
fines de expansión, el jefe de una familia que llegaría a ser el pueblo de
Israel y de la que surgiría ese Jesús-Dios de los judíos y Dios de todos los
hombres, pasaba hambre por lo que junto con su mujer Saray llegó a Egipto, como
Saray era muy hermosa y para evitar que los egipcios lo mataran por causa de
ella le pidió que dijera que era su hermana. Así lo hizo, su belleza no podía
pasar desapercibida así que fue llevada al palacio real de Amenofis I, Abrán
recibió buen trato y tuvo ovejas, vacas, asnos, siervos y siervas, asnas y
camellos. Pero Yahvé mando plagas a Egipto, entonces el Faraón llamó a Abrán y
le dijo: “¿Por qué me dijiste que Saray era tu hermana y yo creyéndote la tomé
por mujer? Aquí tienes a tu mujer, tómala y vete y ordenó a unos cuantos
hombres que lo despidieran con su mujer y todo lo suyo3
Como podrás ver, querida
Tanafriti, este es el primer contacto entre el pueblo de Israel que estaba por
surgir, es decir, del padre del pueblo de Israel y nuestro Egipto, es así como
Abrán se hizo rico y regresó a la tierra de Canáan. Me contó mi compañero que
estando Abrán de regreso en Canáan, Yahveh le prometió una gran descendencia,
tan basta como las estrellas del cielo, luego le dijo Yahvé: “tus descendientes
serán forasteros en tierra extraña, los esclavizarán y oprimirán durante
cuatrocientos años, pero yo juzgaré a la nación que sirvan y luego saldrán con
gran hacienda4” Sabemos por nuestra historia que hubo israelitas en
Egipto desde los tiempos del Faraón Tutmosis IV hasta su salida en tiempos de
Ramsés XI por lo que no puedo poner en duda esto que se me ha dicho.
Como Saray no podía tener hijos,
Saray le dio a Abrán por mujer la esclava Agar, que era egipcia y tuvo Agar un
hijo al que pusieron por nombre Ismael, a ella también le habló Yahvé y también
le dijo: “multiplicaré de tal modo tu descendencia que por su gran multitud no
podrá contarse5”, ¿Te das cuenta entrañable Tanafriti cómo Agar,
siendo ella egipcia, también fue bendecida por Yahveh junto con su descendencia?¿
No es esto una prueba de que Yahvé el Dios de los Israelitas es el Dios de
todos los hombres?¿No es esto una
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3 Gen, 12, 10-20
4 Gen 15, 13-14
5 Gen, 16,10
muestra de que también ha habido
Egipcios que han alcanzado gracia a los ojos del Dios verdadero?
Cuenta mi compañero que Yahvé
quería sellar su alianza con Abrán, así que le cambia el nombre por Abrahán, a
Saray se lo cambia por Sara y como muestra de la alianza, todos los varones de
su pueblo deberían ser circuncidados. Además, siendo ya Abraham y Sara de edad
avanzada les dijo Yahvé que tendrían
un hijo al que pondrían por nombre Isaac. Como Sara no quería que su hijo
creciera junto con el de Agar que era mayor, le pidió a Abrahán que la
despidiera, Abrahán lo sintió mucho y así lo hizo, Agar anduvo por el desierto
de Berseba y estuvieron a punto de morir de sed ella y su hijo, pero el ángel
de Dios le habló y le dijo que Dios escuchó la voz del chico y que habría de
convertirle en una gran nación, Agar vio un pozo y dio de beber al chico.
Ismael se hizo un gran arquero, vivió en el desierto de Parán y tomó por mujer
una egipcia. Como podrás ver, amadísima Tanafriti, una vez más la historia
egipcia se cruza con la del pueblo de Israel, el pueblo de Ismael tiene por
padre a Abraham pero doblemente por madre a Egipto: Agar, la madre de Ismael y
su mujer madre de su descendencia, Ismael tuvo doce hijos que fueron caudillos
de otros tantos pueblos y que llevaron por nombres Nebayot, Quedar, Adbeel,
Mibsán, Mismá, Dumá, Masá, Jadad, Temá, Yetur, Nafís y Quedmá. Estos pueblos se
establecieron desde Javilá hasta Sur, que queda enfrente de Egipto yendo por Asur7
Isaac tuvo dos hijos, Esaú y Jacob
a quién Dios le cambió el nombre por Israel, de él desciende todo el pueblo que
lleva su nombre, Israel también tuvo doce hijos, ¿coincidencia con los 12 hijos
de Ismael?, esos hijos llevaron por nombres Rebén, Simeón, Leví, Judá, Dan,
Neftalí, Gad, Aser, Isacar, Zabulón, José y Benjamín. José era el más querido
por su padre porque fue el primer hijo de la mujer que más amaba, Raquel. Esta
preferencia causó envidia en sus hermanos, por eso querían deshacerse de él,
planearon matarlo y arrojarlo a un pozo,
finalmente lo metieron en un pozo sin agua, vieron pasar una caravana a los que
les vendieron a José y se lo llevaron, los hermanos de José mancharon la túnica
que le habían quitado a José con sangre de un cabrito y le dijeron a su padre que una fiera lo había despedazado, Jacob lo creyó muerto.
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7 Gen, 25, 13-18
Al llegar a Egipto, José fue
vendido a Putifar, eunuco del Faraón y capitán de los guardias8.
José ganó su favor y lo puso a su servicio y José se encargaba de todo lo suyo,
como era apuesto la mujer de su señor pretendió seducirlo, al negarse José, la
mujer lo acusó de intentar abusar de ella y fue encarcelado, pero Yahvé asistió
a José, que con su trabajo como administrador y por la certeza en la
interpretación de los sueños se ganó una fama que llegó al mismo faraón, éste
lo mandó sacar del calabozo en el que se encontraba para contarle sus sueños
mismo que interpretó de manera acertada por lo que el faraón terminó por
nombrarlo primer ministro y ejerciendo su función organizó al país para superar
las hambrunas que otros pueblos sufrieron gracias a la política agraria que
supo implantar9
Cuando mi compañero me relató lo
que hizo José en Egipto, le pedí que se detuviera, muchos datos daban vueltas
en mi cabeza, ¿quién fue ese José que llegó a escalar tan alto honor y
posición? Tiene que haber algún registro en nuestra historia que relate sus
proezas, me puse a repasar lo que por tantos años he estudiado, a recordar los
relatos de nuestros mayores, trataba de encontrar pistas que me permitieran
descubrir la identidad de José. Fui recordando datos, hechos, nombres y cuando
finalmente puede ordenarlos en mi mente, me quedé sorprendido al encontrar la
relación entre el relato de mi compañero y la historia de Egipto.
El faraón que puso al frente de
Egipto a José tiene que haber sido Tutmosis IV porque él tuvo un visir de
nombre Yuya, Yuya tomó por esposa a Tuya10 y tuvieron una hija cuyo
nombre fue Tiy y que fue la madre del Faraón Akenatón, y dos hijos, Ay y Anén.
Sabemos que la familia materna del Faraón Akenatón no era egipcia, también
sabemos que Yuya, debido a la escases de alimentos por las malas cosechas de
varios años, diseñó y construyó graneros para almacenar cereales y construyó un
canal para retener el agua de las inundaciones de los lagos cercanos que se
llamó “Bahar.Yusef” (Canal de José). Algo que me sorprendió aún más fue el
relato que hizo el que me
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8 Gen, 37
9 Gen, 47, 13-25
10 El sepulcro hallado
en el valle d e los reyes y conocido como la tumba KV46 era el sepulcro de Yuya
y Tuya y corresponde a una pareja que sin ser de la realeza fueron enterrados
en un lugar de reyes
La
apariencia de la momia Yuya es semítica y tenía numerosos títulos como comandante
de los carruajes, jefe de las caballerías, superintendente del ganado real,
encargado de los graneros reales y sacerdote del culto de Min en Heliópolis.
acompañó en la celda del encuentro
que tuvo José con sus hermanos: cuando se descubre ante ellos y les dice “yo
soy José ¿vive aún mi padre? Los hermanos se quedan atónitos, pero él les dice
“no han sido ustedes los que me enviaron a Egipto sino Dios, y él me ha
convertido en padre del faraón11, Ay, uno de los hijos de Yuya fue
el faraón que sucedió a Tutankamón. ¿Se refería a este tipo de paternidad o a
la distinción de ser el primer ministro del faraón? No tengo una respuesta
contundente. De cualquier manera, querida Tanafriti, es la palabra de Dios la
que se cumple una vez más.
Yo estaba pensativo en un rincón,
tratando de desenmarañar esta madeja, recordaba que Akenatón cambió a todos los
dioses por uno sólo, y aunque creía que ese único Dios era el sol, me
preguntaba ¿Cómo pudo llegar a esa conclusión? ¿Por qué concibió el culto a la
energía radiante del sol como deidad única y abolió la idolatría politeísta?
¿No sería que el Dios de los hebreos se le reveló a través de los relatos de
Yuya si es que Yuya es el mismo hombre que
el José del relato de mi compañero?
Luego de largo tiempo, mi
compañero continuó su relato. Llegaron pues a Egipto los familiares de José,
todos descendientes de Jacob, setenta personas, José ya estaba en Egipto. Se
establecieron en el país y se multiplicaron. Pasado un tiempo hubo en Egipto
nuevos reyes, que no conocían a José, el pueblo judío se multiplicó y se hizo
muy poderoso por tantos que eran, por eso el faraón temía una rebelión.
Entonces, sigue contando mi
compañero, el Faraón dio a todo el pueblo judío esta orden: "Todo niño que
nazca lo echarán al Río”. Un hombre de la casa de Leví tomó por mujer una hija
de Leví. Concibió la mujer y dio a luz un hijo y viendo que era hermoso lo tuvo
escondido y luego lo depositó en un canasto en el río. Bajó la hija del Faraón
a bañarse en el Río y divisó la cestilla entre los juncos, y envió una criada
para que la recogiera. Al abrirla, vio que era un niño que lloraba. Se
compadeció de él y exclamó: "Es uno de los niños hebreos." El niño
creció, y la hija de Faraón, que lo tuvo por hijo le llamó Moisés, diciendo: "De
las aguas lo he sacado”.
Me quedé pensando quién pudo ser
ese faraón, cómo encaja este relato en la historia del pueblo egipcio. Por la
manera de gobernar, la rigidez de sus
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11 Gen, 45,8
mandatos y el
temor que al parecer imponía, ese Faraón, podría ser Horenheb, sabemos que él
no era de casa real sino un exitoso general del ejército de sus faraones, desde
Akenatón hasta Ay, se casó con la hermana de Nefertiti, Mutnedymet lo que lo
convirtió en cuñado del faraón Akenatón. Horenheb gobernó con mano dura, fue
adorador de horus y realizó alianzas con los sacerdotes de Amon e inició la
destrucción de la obra de Akenatón, le sucedió su visir Paramesu que tomó el
nombre de Ramsés I, luego siguió Seti
I quién gobernó15 años, a su muerte ascendió al trono Ramsés
II, era arrogante, había vuelto a Egipto la religión de Amón, una religión
politeísta, pero necesitaba algo que lo hiciera sentirse hijo de los dioses,
por lo que regresa a la costumbre de la esposa divina y surge entonces la
figura de Nefertari que le da ese reconocimiento de enviado divino. En aquel
tiempo los egipcios y sobre todo Ramsés II, proyectaron grandes construcciones
por lo que usaron a todos sus esclavos y siervos para construir la ciudad de
Ramsés II, Pi-Ramsés además de otras monumentales obras, tal vez por esto lo
asocian a la esclavitud judía, sin embargo, esta teoría cae por tierra, pues de
los que se tiene certeza es de que, de los tiempos de José con cuya muerte
termina el Génesis del libro sagrado judío a su profeta Moisés, pasaron
alrededor de 300 años, así que sí se trata de un Ramsés, pero debió ser Ramsés
X quien gobernaba Egipto cundo nació el profeta judío rescatado de las aguas
del Nilo. Cuando Moisés ya fue mayor, continúa contando mi compañero, fue a
visitar a sus hermanos, y comprobó sus penosos trabajos; vio cómo un egipcio
golpeaba a un hebreo, encolerizado mató al egipcio y lo escondió en la arena.
Supo el Faraón lo sucedido y buscaba a Moisés para matarle, pero él huyó y se
fue a vivir al país de Madián. Aceptó Moisés morar allá y se casó con Séfora.
Esta dio a luz un hijo y le llamó Guersom, pues dijo: "Forastero soy en
tierra extraña." Durante este largo período murió el rey de Egipto, el
faraon Ramsés X porque todo lo que sigue debió suceder, según el relato de mi
compañero, las tradiciones y las historias que cuentan nuestros abuelos, bajo
el reinado de Ramsés XI.
Como bien sabemos, querida
Tanafriti, durante su reinado el imperio vino a menos, hubo disgregación, un
grave conflicto civil derivado de la destitución de Amenohtep, sumo sacerdote
de Amon para lo cual, el faraon pidió ayuda al
virrey de Nubia, Panehesy quien le
envió soldados. En esa época, Egipto perdió no solo a los esclavos judíos,
también perdió los dominios en Asia.
Cuenta el que me convirtió que
Moisés vio una zarza ardiendo pero no se consumía, cuando vio Yahveh que Moisés
se acercaba para mirar, le llamó de en medio de la zarza, diciendo:
"¡Moisés, Moisés!" El respondió: "Heme aquí." Le dijo:
"No te acerques aquí; quita las sandalias de tus pies, porque el lugar en
que estás es tierra sagrada." Y añadió: "Yo soy el Dios de tu padre,
el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob." Ahí inicia la
tierra que les fue prometida a los hebreos. Dijo Yahveh: "Bien vista tengo
la aflicción de mi pueblo en Egipto, y he escuchado su clamor en presencia de
sus opresores; pues ya conozco sus sufrimientos. He bajado para librarle de la
mano de los egipcios y para subirle de esta tierra a una tierra buena y
espaciosa; a una tierra que mana leche y miel, al país de los cananeos, de los
hititas, de los amorreos, de los perizitas, de los jivitas y de los jebuseos. Y
Yahvé lo envió al faraón para sacar a los israelitas de Egipto y le ordenó
decir al Faraón: Así dice Yahveh: Israel es mi hijo, mi primogénito. Yo te he
dicho: "Deja ir a mi hijo para
que me dé culto," pero como tú no quieres dejarle partir, mira que yo voy
a matar a tu hijo, a tu primogénito. Y le respondió el Faraón: "¿Quién es
Yahvé para que yo escuche su voz y deje salir a Israel? No conozco a Yahvé y no
dejaré salir a Israel12."
Tuvo Yhavé que mandar diez plagas
para que el pueblo judío fuera liberado, la última acabó con los primogénitos
de Egipto. Dijo Yahvé a Moisés: “hacia media noche pasaré yo a través de
Egipto; y morirá en el país de Egipto todo primogénito, desde el primogénito de
Faraón que se sienta en su trono hasta el primogénito de la esclava encargada
de moler, así como todo primer nacido del ganado. Y se elevará en todo el país
de Egipto un alarido tan grande como nunca lo hubo, ni lo habrá. Pero entre los
israelitas ni siquiera un perro ladrará ni contra hombre ni contra bestia; para
que sepas cómo Yahvé hace distinción entre Egipto e Israel”. Esta debe ser,
querida Tanafriti, la causa de las desgracias que cuentan nuestros abuelos que
azotaron a Egipto en la época de Ramsés XI.
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12 Ex, 3;4;5
Pero lo que sigue es aún más
sorprendente porque es determinante para la religión judía y para los
seguidores de ese Cristo porque todo esto cobra sentido con la muerte y
resurrección de ese Jesús-Dios. Cuenta mi compañero que dijo Yahvé a Moisés y
Aarón: “el día diez de ese mes tomará cada uno una res de ganado menor por
familia, y si la familia es demasiado reducida para una res se juntará con el
vecino más cercano a su casa conforme a lo que cada cual pueda comer, el animal
será sin defecto, macho, de un año escogido entre los corderos o los cabritos.
Tienen que guardarlo hasta el día catorce de ese mes y toda la asamblea de la
comunidad de los israelitas lo inmolará entre dos luces. Luego tomarán la
sangre y deberán untarla en las dos jambas y el dintel de las casas donde lo
coman. En aquella misma noche comerán la carne asada al fuego, con ázimos y con
hierbas amargas. Y no deberán dejar nada de él para la mañana siguiente, lo que
sobre al amanecer deberán quemarlo, y deberán comerlo ceñidas las cinturas,
calzados, y el bastón en la mano y lo habrán de comer de prisa. Es Pascua de
Yahvé. Porque él pasará esa noche por la tierra de Egipto y habrá de herir a
todos los primogénitos del país de Egipto, desde los hombres hasta los ganados.
La sangre será la señal en las casas donde moran”. Y les dijo “Cuando yo vea la
sangre pasaré de largo ante ustedes, y no habrá entre ustedes plaga
exterminadora cuando yo hiera el país de Egipto”. Ese será un día memorable
para ustedes, y lo celebrarán como fiesta en honor de Yahvé de generación en generación.
Decretarán que sea fiesta para siempre". Por eso querida Tanafriti, aún
hoy día celebran la pascua los judíos, pero por lo que me dijo mi compañero y
que te explicaré en detalle más adelante, eso sucedió en tanto llegara el
Mesías para liberar, no al pueblo judío sino a todo hombre de la esclavitud del
pecado y ese Mesías es el tal Jesús-Dios.
Dice la escritura de los hebreos
que los Israelitas hicieron como Yahvé les dijo. A media noche, Yahvé hirió en
el país de Egipto a todos los primogénitos, desde el primogénito de Faraón, que
se sienta sobre su trono, hasta el primogénito del preso en la cárcel, y a todo
primer nacido del ganado. Se levantó el Faraón aquella noche, con todos sus
servidores y hubo gran alarido en Egipto, porque no había casa donde no hubiera
un muerto. Llamó el Faraón
a Moisés y a Aarón y les dijo:
"Levántense y salgan de en medio de mi pueblo, y vayan a dar culto a
Yahvé, como han dicho. Tomen también sus rebaños y sus vacas y márchense”
Cuenta mi compañero que su sagrada escritura, porque todo cuanto me ha contado
está escrito allí, dice que los israelitas partieron de Ramsés XI hacia Sukkot,
y eran unos 600.000 hombres de a pie, sin contar los niños. Salió también con
ellos una muchedumbre abigarrada y grandes rebaños de ovejas y vacas.
Pero al salir los israelitas de
Egipto no se fueron por el camino de los filisteos que es el más corto, Dios
los llevó por el camino del desierto del mar de Suf, y aquí hay algo que llama
poderosamente mi atención: dice mi compañero que Moisés tomó consigo los huesos
de José. Cuando yo le pregunté si esos huesos de ese José eran los del José que
llegó a ser primer ministro del faraón en la época de escases y que yo supongo
que se trata de Yuya, el me contestó que sí, que se trata de ese José, y
agregó: “Nuestra sagrada escritura termina su primer libro llamado Génesis de
la siguiente manera: «José hizo jurar a los hijos de Israel, diciendo: „Dios os
visitará sin falta, y entonces os llevareis mis huesos de aquí‟ Y José murió a
la edad de ciento diez años, lo embalsamaron y se le puso en un sarcófago en
Egipto” Yo me quedé pensando: Yuya fue enterrado en el valle de los reyes, si
José es el mismo que Yuya o se llevaron los huesos de otro hombre, o la tumba
de Yuya está Vacía o no contiene los huesos de Yuya” o ¿no será que es un
símbolo para ambos pueblos y aún no encuentro su significado?
Como verás
mi queridísima Tanafriti, la historia de Israel y la de Egipto están
íntimamente ligadas, su religión y la que profesaron nuestros antepasados
tienen muchos puntos de contacto, sin embargo lo más importante de este relato
es que me deja aún más convencido de que hay un solo Dios verdadero, que
escogió a un hombre justo para ser el padre del pueblo del que nacería su hijo
Jesús-Dios para salvar al mundo. Prometo comentarte en una próxima carta la
vida de ese Jesús-Dios y las pruebas de que ese es el Dios de todos los hombres.
Segunda Carta a Tanafriti
Muy querida Tanafriti13:
Yo Dakarai14,
te saludos y doy gracias de haber tenido este encuentro con quien me ha
cambiado la vida después de mucho platicar y reflexionar sobre cuanto me ha
comunicado, y porque he tenido la ocasión, mientras me encuentro en esta celda
sin gran cosa que hacer, de comprobar que él no miente, no tiene por qué
engañarme pues hasta hace poco él era un extraño para mí y yo lo era para él, y
que su palabra es verdad, ha corrido el velo que tenía en mis ojos, y he
encontrado explicación a cuanto me venía cuestionando desde hace mucho tiempo.
Como te
conté en mi carta anterior, el Dios de unos es el Dios de los otros y a la vez
es el Dios de nosotros y de nuestros abuelos, él mismo preparó durante muchos
siglos el tiempo y el momento en que tenía que venir y mostrarnos cómo vivir.
Akenatón, nuestro antiguo faraón olvidado tenía razón: sólo hay un Dios que ha
dispuesto todo lo que sucede en el universo, todo lo demás colabora con su
obra.
Quién cambió
mi vida me ha contado cómo siendo enemigo de los seguidores de ese judío a
quién llaman Jesús a quienes él mismo encarcelaba, azotaba y perseguía por
todos los rincones del imperio, se ha convertido en su más fiel seguidor porque
Jesús le habló aún después de que fue crucificado y sepultado y le pidió que lo
siguiera, ese Jesús siendo hombre murió, pero siendo Dios resucitó y venció a
la muerte y fue a colocarse en su lugar divino en la casa de su Padre que es él
mismo porque como te dije anteriormente, hay un solo Dios. Todo esto me causó
confusión en un principio, un Dios que se desprende de sí mismo y se hace
hombre, muere y luego resucita y vuelve al cielo y sigue siendo
el mismo Dios no es fácil de entender, pero luego me
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13 Nombre egipcio de
mujer que significa “la de la tierra hermosa”.
14 Nombre egipcio que
significa “Contento, Feliz”
habló del gran amor de ese Dios
hacia los hombres, hacia todos los hombres del mundo y que no distingue entre
judíos, griegos, romanos o egipcios, corintios o fenicios porque siendo el
padre de todos cuantos habitamos este mundo, a todos nos ama por igual, Dios no
hace acepción de persona alguna, sino que en cualquier nación el que le teme y
practica la justicia le es grato15.
Ese
Jesús-Dios, dejó encargados a doce de sus seguidores a propagar su mensaje,
doce que convivieron con él y conocieron su palabra, entendieron su mensaje y
ahora ellos siguen su ejemplo, pero esa tarea no se podría llevar a cabo si no
se tuviera a Dios de su parte, por eso les dejó su espíritu para que por él
fueran reconocidos, y así pasó muchas veces, en una ocasión estando el primero
de ellos llamado Pedro dirigiendo su mensaje a sus seguidores entre los que se
encontraban muchos no judíos, el Espíritu Santo bajó sobre todos los que lo
escuchaban, judíos y no judíos y ante la sorpresa de los primeros Pedro
preguntó: ¿Acaso se puede negar el bautismo a quien ha recibido al Espíritu
Santo como nosotros? Así que todos fueron bautizados en el nombre de Jesús.16
Pero no siempre los judíos han aceptado que su Dios sea el Dios de todos. Me
contó que un sábado, estando él con un amigo de nombre Bernabé en Antioquía de
Pisidia se congregó toda la ciudad para escucharlo, pero los judíos se llenaron
de envidia y contradecían con blasfemias cuanto él les decía, pero los dos
amigos les dijeron de manera muy valiente: “Era necesario que les
anunciáramos a ustedes en primer lugar la palabra de Dios, pero como la
rechazan y no se consideran dignos de la vida eterna, entonces nos dirigimos a
los gentiles pues así nos lo ordenó el señor: te he puesto como la luz de los
gentiles para que tú seas la salvación hasta el fin de la tierra”17
Te aseguro
querida Tanafriti, que se trata del Dios que por tanto tiempo hemos buscado,
que ha venido al mundo en forma de humano para que lo conozcamos todos y lo
sigamos aun cuando muchos de los suyos lo han desconocido y han sido ellos
mismos los que lo condujeron al Gólgota para darle muerte, muerte a la que
venció resucitando con toda su gloria al tercer día y permitiendo ser visto por
sus discípulos hasta su partida al cielo habiendo
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15 Hech 10,34-35
16 Hech 10, 44-48
17 Hech 13, 44-47
prometido regresar, si creemos en
él podremos ser testigos de su glorioso regreso.
Nosotros,
egipcios y herederos de quienes sometieron al pueblo judío por tanto tiempo,
también podemos alcanzar su gracia porque si ha sido piadoso con algunos
romanos que hoy sojuzgan al pueblo judío cuánto más lo será con nosotros los
nuevos egipcios que ningún mal les hemos hecho. Esto que te digo lo comprueba
el relato que a continuación repito: Jesús entró un día a Cafarnaum y se le
acercó un centurión y le dijo: “Señor, mi criado yacen en casa paralítico con
terribles sufrimientos” y Jesús respondió: “yo iré a curarle” pero el centurión
replicó: “Señor, yo no soy digno de que entres bajo mi techo; basta que lo digas
de palabra y mi criado quedará sano, porque también yo, que soy un subalterno,
tengo soldados a mis órdenes, y digo a uno „Vete‟, y va; y a otro: „Ven‟ y
viene; y a mi siervo: „Haz esto‟, y lo hace” al oír esto Jesús quedó admirado y
dijo a los que iban con él: “les aseguro que en toda Israel no he encontrado en
nadie una fe tan grande” dijo que muchos de oriente y occidente se pondrán
a la mesa con sus profetas en los Cielos, luego le dijo al centurión: “”Anda,
que sea como has creído” y el criado sanó de inmediato.18 Si
creemos en él, nosotros podemos ser de los que comerán con sus profetas en los Cielos.
Esto que te
acabo de narra lo hizo Jesús, pero también lo hacen sus discípulos, así sucedió
con Cornelio el de Cesarea, otro centurión de la cohorte de Itálica que daba
limosnas y continuamente oraba a Dios, un día vio al ángel de Dios que le dijo
“Cornelio, «Tus oraciones y tus limosnas han subido como memorial
ante la presencia de Dios. Ahora envía hombres a Joppe y haz venir a un tal
Simón, a quien llaman Pedro. Este se hospeda en casa de un tal Simón, curtidor,
que tiene la casa junto al mar.» Cuando el ángel se fue, llamó a dos criados y
a un soldado piadoso, de entre sus asistentes, les contó todo y los envió a
Joppe. Mientras iban en camino, Pedro tuvo una visión en la que el señor le
revelaba que lo que él purifica no lo llame Pedro profano, así que cuando los
enviados de Cornelio llegaron por él, les invitó a entrar y les dio hospedaje.
Al día siguiente se levantó y se fue con ellos; le acompañaron algunos hermanos
de Joppe. Al siguiente día entró en Cesarea. Cornelio
los
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18 Mt 8, 5-13
estaba esperando. Había reunido
a sus parientes y a los amigos íntimos. Cuando Pedro entraba salió Cornelio a
su encuentro y cayó postrado a sus pies. Pedro le levantó diciéndole:
«Levántate, que también yo soy un hombre.» Y conversando con él entró y
encontró a muchos reunidos. Y les dijo: «Ustedes saben que no le está permitido
a un judío juntarse con un extranjero ni entrar en su casa; pero a mí me ha
mostrado Dios que no hay que llamar profano o impuro a ningún hombre19.
Sabemos,
porque hemos convivido con ellos, que los judíos son de raza dura, los fariseos
aun los que han seguido a Jesús son fieles observantes de los 613 mandamientos
de su ley, por eso les cuesta tanto trabajo aceptar como iguales ante Dios a
quienes no somos judíos, algunos de ellos han asegurado que quien no se
circuncide conforme a la costumbre mosaica, no podrá salvarse, quien me ha
convertido junto con Bernabé su compañero tuvo una discusión con ellos, fueron
a ver a Pedro y a los que junto con él estaban en Jerusalén, Pedro se levantó y
les dijo: «Hermanos, ustedes saben que ya desde los primeros días me eligió
Dios entre ustedes para que por mi boca oyeran los gentiles la Palabra de la
Buena Nueva y creyeran. Y Dios, conocedor de los corazones, dio testimonio en
su favor comunicándoles el Espíritu Santo como a nosotros; y no hizo distinción
alguna entre ellos y nosotros, pues purificó sus corazones con la fe. ¿Por qué,
pues, ahora tientan a Dios queriendo
poner sobre el cuello de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni
nosotros pudimos sobrellevar? Nosotros creemos más bien que nos salvamos por la
gracia del Señor Jesús, del mismo modo que ellos.» Luego Bernabé y el que
me convirtió se pusieron a contar todas las señales y prodigios que Dios había
realizado por medio de ellos entre los gentiles. Cuando terminaron de hablar,
uno de los doce llamado Santiago tomó la palabra y dijo: «Hermanos,
escúchenme. Simeón ha referido cómo Dios ya al principio intervino para
procurarse entre los gentiles un pueblo para su Nombre. Con esto
concuerdan los oráculos
de los Profetas,
según está escrito:
«Después de esto volveré y
reconstruiré la tienda de David que está caída; reconstruiré sus ruinas, y la
volveré a levantar. Para que el resto de los hombres busque al Señor, y todas
las naciones que han sido consagradas a mi
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19 Hechos 10,1.24
nombre, dice el Señor que hace
que estas cosas sean conocidas desde la eternidad. «Por esto opino yo que no se
debe molestar a los gentiles que se conviertan a Dios, sino escribirles que se
abstengan de lo que ha sido contaminado por los ídolos, de la impureza, de los
animales estrangulados y de la sangre. Porque desde tiempos antiguos Moisés
tiene en cada ciudad sus predicadores y es leído cada sábado en las sinagogas.»
Entonces eligieron a Barsabás y Silas para enviarles a Antioquía con el que
me convirtió y Bernabé para decirles a todos los no judíos que se ha decidido
no imponer más cargas que éstas indispensables: “abstenerse de lo sacrificado a
los ídolos, de la sangre, de los animales estrangulados y de la impurezas20.
Como podrás darte
cuenta querida Tanafriti, no tenemos que hacer nada que hasta ahora no hallamos
ya seguido, nosotros nunca hemos sacrificado nada a ídolo alguno, ni de sangre
ni de cosa, ni hemos sido mezclados con impureza porque siempre hemos creído
que el verdadero Dios es mucho más grande que cualquier cosa que podamos ver,
sólo tenemos que observar las normas que ya te expuse y tener fe en que Jesús
es el hijo de Dios hecho hombre. Aun
estando en encierro me encuentro feliz porque hemos encontrado al Dios verdadero. Los que adoran
cosas, con mucha frecuencia han dudado si adoran a la divinidad correcta, así
lo cuenta el que me convirtió: Dice que estando en medio del Areópago, alzó la
voz y dijo: «Atenienses, veo que ustedes son, por todos los conceptos, los
más respetuosos de la divinidad. Pues al pasar y contemplar sus monumentos
sagrados, he encontrado también un altar en el que estaba grabada esta inscripción:
«Al Dios desconocido.» Pues bien, lo que adoran sin conocer, eso les vengo yo a
anunciar. Aprovechando la duda que tienen los atenienses de no tributar a
un Dios y que éste pueda enojarse y
cobrar venganza, les habló del Dios verdadero para ellos desconocido. Les
dijo: «El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él, que es Señor del
cielo y de la tierra, no habita en santuarios fabricados por manos humanas, ni
es servido por manos humanas, como si de algo estuviera necesitado, el que a
todos da la vida, el aliento y todas las cosas. El creó, de un solo principio, todo el linaje humano,
para que habitara sobre toda la faz de la tierra fijando
los tiempos determinados y los límites
del lugar donde
habían
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20 Hechos, 15
de habitar, con el fin de que
buscaran la divinidad, para ver si a tientas la buscaban y la hallaban; por más
que no se encuentra lejos de cada uno de nosotros; pues en él vivimos, nos
movemos y existimos, como han dicho
algunos de ustedes: "Porque somos también de su linaje." El que
me convirtió ha dicho que siendo de naturaleza divina, aceptó la condición
humana incluyendo la muerte, y una muerte en la cruz, llevado allí por los mismos judíos que no quisieron reconocer en
él al mismo Dios del cielo. Como es muy astuto, una vez que cautivó a sus
oyentes continuó: «Si somos, pues, del linaje de Dios, no debemos pensar que
la divinidad sea algo semejante al oro, la plata o la piedra, modelados por el
arte y el ingenio humano. Dios, pues, pasando por alto los tiempos de la
ignorancia, anuncia ahora a los hombres que todos y en todas partes deben
convertirse, porque ha fijado el día en que va a juzgar al mundo según
justicia, por el hombre que ha destinado, dando a todos una garantía al
resucitarlo de entre los muertos.»21 Unos le creyeron, otros se
burlaron; entre los que le creyeron y lo siguieron están un tal Dionisio
Areopagita y Damaris, una mujer de aquella comunidad.
Si tú
Tanafriti, yo Dakarai y nuestros más allegados hermanos y parientes creemos en
este Jesús, en su mensaje y seguimos sus enseñanzas, porque a él hemos esperado
y queremos seguir oyendo la palabra de verdad, el evangelio de nuestra salud en
el cual creemos22, porque hemos sido sellados con el Espíritu Santo,
y como Dionisio Areopagita y Damaris seguimos las enseñanzas de Jesús que a
través de sus apóstoles nos han sido reveladas, ganaremos junto con los
profetas y cuanto ha hecho bien en este mundo el Cielo para la eternidad.
Como verás
querida Tanafriti, el Dios es de todos, eligió un pueblo para enviar a su hijo
Jesús, un pueblo que inició con un hombre justo que halló gracia ante sus ojos,
pero ese pueblo fue el camino para llegar a todos nosotros, pertenezcamos o no
a ese pueblo porque Dios creó al hombre, a todo hombre, judío o no judío a su
imagen y semejanza, por eso el mismo Jesús, cuando predicaba en la región de
Tiro, entró en una casa y no quería que nadie lo supiera, pero como su fama se
había extendido tanto, una mujer cuya hija estaba poseída por un espíritu
impuro fue a postrarse a sus pies. Esta mujer,
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21 Hechos 17, 22-34
22 Ef. 1,11-13
que era pagana y de origen
sirofenicio, le pidió que expulsara de su hija al demonio. Él le respondió: "Deja
que antes se sacien los hijos; no está bien tomar el pan de los hijos para
tirárselo a los cachorros". Pero ella le respondió: "Es verdad,
Señor, pero los cachorros, debajo de la mesa, comen las migajas que dejan caer
los hijos". Entonces él le dijo: "A causa de lo que has dicho, puedes
irte: el demonio ha salido de tu hija". Ella regresó a su casa y
encontró a la niña acostada en la cama y liberada del demonio23.
Por todo
cuanto he aprendido aquí en esta celda mi muy querida Tanafriti, es mi deseo que
todo esto que te he contado lo comuniques a nuestros parientes comenzando por
los más cercanos, asegúrate de que se enteren de esto Buikhu24 mi
hermano mayor, tu hermana Ramla25 y la tía Zalika26,
confío en que pronto podré ir a reunirme con ustedes, pero llevaré la misión
que me ha sido encomendada: como yo he sido convertido y creo sinceramente que
ese Jesús es el mismo Dios que vino para todos, y que con su ejemplo de vida
nos ha enseñado cómo vivir, debo propagar su mensaje, así que allá en nuestras
tierras, desde Alejandría hasta Abu Simbel y Wadi El Sebou, pasando por el
Cairo, El Fayuma, Beni Suef, Beni Hassan, Tell El Amarna, Abydos, Karnak, Tabas
y Aswan, me ocuparé de predicar y enseñar que hay un solo Dios, y que se hizo
hombre por amor a nosotros, que fue crucificado y que resucitó para volver al
Cielo en donde espera a todo el que crea en él y practique su justicia.
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23 Mc 7,24-30
24 Nombre egipcio que
significa “el mejor”
25 Nombre egipcio que
significa “Profetiza”
26 Nombre egipcio que significa “La bien
nacida”
[1]
Nombre egipcio que significa
“Contento, Feliz”
[2] Nombre egipcio de
mujer que significa “la de la tierra hermosa”.

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